Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?»  Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. — Juan 6:60 y 66

Antes de investigar que fueron los palabras de Jesús que dejaron a muchas decir que su enseñanza era demasiado difícil, vamos a recordar en que posición estaba Jesús.  En este momento en su ministerio, Jesús era tan popular y habia miles de personas siguiendole por donde andaba.  Sanaba a los enfermos, daba vista a los ciegos, vida a los muertos – Jesús era un mega-star.  Si fuera hoy día podriamos imaginar a Jesús caminando en las calles mientras habia sus fanes y fotógrafos alrededor de él.  Y despues de un gran momento cuando dió a miles de comer con casi nada, Jesús empieza a enseñar sobre su muerte y sacrificio que iba a dar.  Dijo:

“El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí, vivirá por mí. Éste es el pan que bajó del cielo. Los antepasados de ustedes comieron maná y murieron, pero el que come de este pan vivirá para siempre.”

Estaba hablando muy claramente de su sacrificio en la cruz, com vemos en el versículo 51 del mismo capítulo donde dice Jesús: “Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva”.  Muchos no entendieron a Él.

Este ejemplo no es el único ejemplo de palabras duras que dio Jesús.  Por ejemplo, con la historia del dirigente rico, vemos un hombre que sí servió a Dios y siguió sus mandamientos – pero las palabras duras para él era: vender todo lo que tenia y seguir a Cristo.  Ahora, no creo la lección aquí es Jesús requiere de cada uno de nosotros hacer lo mismo, pero Jesús siendo Dios – sabia exactamente la cosa que estaba entre el dirigente rico y Dios.  Para él fue el dinero.

¿Qué es esa cosa para ti?  ¿Qué son la palabras duras que Cristo tiene para tu vida?  Puede ser que es una relación, puede ser el materialismo, puede ser sus sueños, puede ser sus posesiones.  Pero creo que si fueramos muy honestos – existen cosas que vienen entre nosotros y Dios, son cosas donde ponemos más atención o prioridad.

Responden a estas preguntas:

1. ¿Qué son las cosas en tu vida que tiene competencia con Dios?

2. ¿Cómo puedes empezar a rendir esas cosas a Dios?  Ser específico y detallado

Ahora toman tiempo para orar y rendirse completamente a Dios, haciendo en compromiso de vivir en obedencia.