Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.25 Porque el que quiera salvar su *vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.26 ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?27 Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho. _ Mateo 16:24-27
Lo hicimos, pueden creerlo? Estas últimas palabras para mi son muy importantes. Las palabras de Jesús en estos versículos son muy sencillos, si quieres ganar todo, vas a perder todo, y si pierdes todo para Cristo, vas a ganar todo. Es una paradoja, porque toda la vida hemos aprendido lo contrario. Pero en realidad en la economia de Dios, cuando sacrificamos todo y ponemos todo en las manos de Dios, Él como nuestro Padre fiel, nos proveerá todo lo que necesitamos. Aunque son palabras que pueden ser muy pesadas, tienen una verdad que tenemos que aplicar a nuestras vidas.
Una vez, cuando estuve en un congreso de liderazgo en Tailandia con otros misioneros, alguien hizo una pregunta a Nujon Singpila, el presidente de SDRF, una fundación en Tailandia que sirve la iglesia y comunidades marginadas. La pregunta era, “Qué consejo das a lideres jovenes, qué debemos hacer para ser impactantes en nuestros ministerios?” Ella respondió con solamente una palabra, “morir”. Si morimos, el mundo va ver a Dios en nuestras vidas y responder. ¿Están listos?